César Luis Menotti y el arte de la simplicidad




Para entender el fútbol que pregonaba César Luis Menotti hay que entender su forma de ver la vida. El Flaco, como lo conocen todos, era un tipo simple, humilde, que disfrutaba de las cosas sencillas. Amaba el fútbol porque era un juego simple, un juego donde el que más se divertía era el que ganaba.
Menotti no se complicaba la vida, y eso se veía reflejado en su estilo de juego. No le gustaba el fútbol defensivo, ni el fútbol especulativo. Creía que el fútbol se debía jugar con alegría, con creatividad, con pasión. Sus equipos siempre fueron un espectáculo, no por sus resultados, sino por su forma de jugar.
El Flaco decía que el fútbol era un juego de niños, un juego que se debía disfrutar. No entendía cómo se podía sufrir con algo tan hermoso. Y es que para él, el fútbol no era solo un deporte, era una forma de vida.
Menotti fue un revolucionario en el fútbol. Rompió con todos los esquemas establecidos y demostró que se podía ganar jugando bien. Su selección argentina campeona del mundo en 1978 es un ejemplo de ello. Aquel equipo era una máquina de jugar al fútbol, un equipo que disfrutaba del juego y que hacía disfrutar a los demás.
El legado de Menotti es inmenso. No solo fue un gran entrenador, sino también un gran maestro. Formó a muchos jugadores que luego triunfaron en el fútbol mundial, como Diego Maradona, Daniel Passarella y Mario Kempes. Pero su mayor legado es haber demostrado que se puede ganar jugando bien, que el fútbol es un juego que se debe disfrutar.
Menotti era un tipo especial, un tipo que amaba el fútbol por encima de todas las cosas. Era un tipo simple, humilde, que disfrutaba de las cosas sencillas. Y eso es lo que hacía grande a sus equipos, que jugaban con alegría, con creatividad, con pasión. Eran equipos que disfrutaban del juego y que hacían disfrutar a los demás.
El legado de Menotti
El legado de Menotti es inmenso. No solo fue un gran entrenador, sino también un gran maestro. Formó a muchos jugadores que luego triunfaron en el fútbol mundial, como Diego Maradona, Daniel Passarella y Mario Kempes. Pero su mayor legado es haber demostrado que se puede ganar jugando bien, que el fútbol es un juego que se debe disfrutar.
El Flaco decía que el fútbol era un juego de niños, un juego que se debía disfrutar. No entendía cómo se podía sufrir con algo tan hermoso. Y es que para él, el fútbol no era solo un deporte, era una forma de vida.
El fútbol según Menotti
Para entender el fútbol que pregonaba César Luis Menotti hay que entender su forma de ver la vida. El Flaco, como lo conocen todos, era un tipo simple, humilde, que disfrutaba de las cosas sencillas. Amaba el fútbol porque era un juego simple, un juego donde el que más se divertía era el que ganaba.
Menotti no se complicaba la vida, y eso se veía reflejado en su estilo de juego. No le gustaba el fútbol defensivo, ni el fútbol especulativo. Creía que el fútbol se debía jugar con alegría, con creatividad, con pasión. Sus equipos siempre fueron un espectáculo, no por sus resultados, sino por su forma de jugar.
El Flaco decía que el fútbol era un juego de niños, un juego que se debía disfrutar. No entendía cómo se podía sufrir con algo tan hermoso. Y es que para él, el fútbol no era solo un deporte, era una forma de vida.