Un actor malo




En el mundo de la actuación, hay actores y hay actores malos. Actores que te atrapan desde el principio, que te hacen sentir sus emociones, que te hacen creer que son el personaje que están interpretando. Y luego están los actores malos. Los que te hacen reír involuntariamente, los que te sacan de la película o la serie porque no te crees nada de lo que dicen o hacen.

He visto muchos actores malos a lo largo de los años. Actores que no saben pronunciar sus líneas, que sobreactúan hasta límites insospechados, que no tienen ninguna química con sus compañeros de reparto. Y siempre me pregunto: ¿cómo es posible que alguien así haya conseguido un trabajo como actor?

Hay muchas razones por las que un actor puede ser malo. Quizás no tengan el talento natural. Tal vez no hayan recibido la formación adecuada. Tal vez simplemente no sean adecuados para el papel que están interpretando. Pero sea cual sea la razón, un actor malo puede arruinar toda una película o serie de televisión.

He aquí algunos ejemplos de actores malos que he visto recientemente:

  • El actor que interpretó al protagonista en una película de acción reciente. Era tan inexpresivo que parecía un robot. No podía transmitir ninguna emoción, y era imposible creerlo como un héroe de acción.
  • La actriz que interpretó a la protagonista femenina en una comedia romántica reciente. Era tan exagerada que era difícil verla sin reírse. Sus gestos eran demasiado grandes, su voz era demasiado aguda y sus expresiones faciales eran demasiado exageradas.
  • El actor que interpretó al villano en una película de terror reciente. Era tan poco amenazante que no daba miedo en absoluto. Parecía más un payaso que un asesino.

Estos son sólo algunos ejemplos de actores malos que he visto recientemente. Hay muchos otros por ahí. Y cada vez que veo a un actor malo, me pregunto lo mismo: ¿cómo es posible que alguien así haya conseguido un trabajo como actor?

La respuesta, por supuesto, es que la industria del cine es un negocio. Y en los negocios, el dinero es el rey. Los estudios de cine están más interesados en ganar dinero que en hacer buenas películas. Y si una película puede ganar dinero, aunque tenga actores malos, entonces los estudios no tienen ningún problema en contratarlos.

Así que, la próxima vez que veas una película o una serie de televisión con un actor malo, recuerda que no es culpa del actor. Es culpa del estudio que los contrató. Y mientras sigamos apoyando películas y programas de televisión con actores malos, la industria del cine seguirá haciéndolos.

Así que, la próxima vez que vayas al cine o enciendas la televisión, asegúrate de apoyar películas y programas de televisión con buenos actores. Es la única manera de que la industria del cine mejore.