¡Temperatura de Guadalajara: el infierno en la Tierra!




Como tapatía de corazón, he soportado los abrasadores veranos de Guadalajara por incontables años. Y déjenme decirles, no hay palabras que puedan describir adecuadamente lo infernal que puede ser nuestro clima.

He visto el asfalto derretirse como mantequilla bajo el sol abrasador. He presenciado cómo las plantas se marchitan y mueren en cuestión de horas. Y he experimentado el implacable calor que te hace sentir como si estuvieras siendo sofocado por un gigante invisible.

Un día particularmente memorable, caminaba por el centro histórico cuando el termómetro alcanzó los escalofriantes 38 grados Celsius. El sol era implacable, enviando oleadas de calor que parecían atravesarme la piel. Sentí que me ahogaba, como si mis pulmones estuvieran llenos de plomo derretido.

Me refugié desesperadamente en la sombra de un árbol, pero el alivio fue temporal. El aire era tan sofocante que incluso la sombra parecía ofrecer poco consuelo. Vi a otras personas tambaleándose por las calles, sus rostros pálidos y sudorosos. Algunos colapsaron en el pavimento, víctimas del despiadado calor.

Guadalajara es una ciudad hermosa, pero durante el verano, se transforma en un infierno viviente. Los lugareños se esconden en sus casas con aire acondicionado, mientras que los turistas valientes lo soportan como pueden.

Pero incluso para los tapatíos endurecidos, el calor puede ser insoportable. Es un enemigo implacable que nos persigue sin descanso durante meses. Así que, si planeas visitar Guadalajara durante el verano, prepárate para el infierno. Trae mucha agua, usa ropa ligera y busca refugio en la sombra cuando sea posible.

Y recuerda, no estoy exagerando. La temperatura de Guadalajara en verano es la definición misma de infierno en la Tierra.