Ringo Bonavena: El niño travieso que boxeó contra los mejores




Ringo Bonavena, el boxeador argentino de los años 60 y 70, fue un personaje único y entrañable. Con su carisma, su sonrisa pícara y su estilo de pelea atrevido, se ganó el cariño del público y el respeto de sus rivales.

Nacido en una familia humilde de Parque Patricios, Buenos Aires, Óscar Natalio Bonavena, más conocido como "Ringo", comenzó a boxear en la calle, como tantos otros chicos de su época. Pronto destacó por su habilidad natural y su espíritu combativo, y a los 20 años ya era campeón argentino de los pesos pesados.

Su carrera internacional despegó cuando derrotó al excampeón mundial Joe Frazier en 1966. La victoria lo catapultó a la fama mundial y lo enfrentó a los mejores boxeadores de la época, como Muhammad Ali, Floyd Patterson y Jimmy Ellis.

Fuera del ring, Ringo era un personaje excéntrico y polémico. Le encantaba la vida nocturna, no se llevaba bien con los periodistas y se metía en líos con frecuencia. Pero también era un hombre generoso y solidario, siempre dispuesto a ayudar a los demás.

Su estilo de pelea

Ringo era un boxeador agresivo y valiente, que siempre buscaba el nocaut. Le encantaba intercambiar golpes con sus rivales y no dudaba en ir hacia adelante, aunque fuera contra oponentes más grandes y fuertes.

Su técnica no era la más depurada, pero compensaba su falta de refinamiento con su corazón y su voluntad inquebrantable. Era un peleador incansable, que no daba un paso atrás ni siquiera en las situaciones más adversas.

Sus grandes peleas

Ringo Bonavena enfrentó a los mejores boxeadores de su era, y dejó huella en cada una de sus peleas importantes.

  • Muhammad Ali (1970): Perdió por decisión unánime, pero dio una gran pelea.
  • Floyd Patterson (1967): Lo noqueó en el quinto asalto.
  • Jimmy Ellis (1968): Lo noqueó en el décimo asalto.
  • George Foreman (1972): Perdió por nocaut técnico en el segundo asalto.
Su legado

Ringo Bonavena murió trágicamente asesinado en 1976, a los 33 años. Su muerte conmocionó al mundo del boxeo y al público argentino.

A pesar de su corta carrera, Ringo dejó un legado imborrable. Fue un boxeador que luchó contra los mejores, que nunca se rindió y que siempre se mantuvo fiel a sí mismo. Su carisma, su coraje y su espíritu indomable lo convirtieron en una leyenda del boxeo.

Un recuerdo personal

Recuerdo la primera vez que vi pelear a Ringo Bonavena. Yo era un niño y estaba fascinado por su estilo atrevido y su sonrisa contagiosa. Me impresionó su valentía y su capacidad para aguantar los golpes más duros.

Ringo fue un boxeador que me marcó para siempre. Me enseñó que la verdadera grandeza no se mide solo por los títulos que se ganan, sino por el coraje y la pasión que se ponen en el ring.