La Paris-Roubaix también es conocida como "El Infierno del Norte" por una buena razón. Su recorrido está salpicado de innumerables tramos adoquinados, conocidos como "pavès", que ponen a prueba hasta al ciclista más resistente. Estos baches implacables sacuden los huesos, poniendo a prueba los límites tanto físicos como mentales de los corredores.
Entre los muchos sectores adoquinados de la carrera, hay cinco que se destacan como los más temidos: el Trouée d'Arenberg, el Mons-en-Pévèle, el Carrefour de l'Arbre, el Hem y el Roubaix.
La Paris-Roubaix no es solo una carrera de velocidad; también es una prueba de estrategia y resistencia. Los corredores deben elegir cuidadosamente sus neumáticos, equipo y tácticas para navegar con éxito los tramos adoquinados. La carrera a menudo se divide en grupos pequeños, y los corredores deben trabajar juntos para superar los desafíos.
La París-Roubaix es más que una simple carrera ciclista; es una historia de valentía, sacrificio y triunfo. Cada año, los corredores se enfrentan a las dificultades de la carrera y crean recuerdos que durarán toda la vida. Si eres un amante del ciclismo, experimentar la Paris-Roubaix al menos una vez es una experiencia imprescindible.
La Paris-Roubaix no solo es un evento deportivo, sino también un evento social que une a las personas de todo el mundo. Atrae a miles de aficionados que se reúnen para animar a sus corredores favoritos y disfrutar del ambiente único de la carrera. El fin de semana de la Paris-Roubaix es una celebración del ciclismo y un momento para crear recuerdos con amigos y familiares.
¿Estás listo para experimentar la magia de la Paris-Roubaix? Si es así, ¡comienza a planificar tu viaje hoy! La carrera se celebra cada año en abril, y puedes encontrar más información en el sitio web oficial.