El fútbol español está lleno de rivalidades históricas, pero la que enfrenta al UD Las Palmas y al Sevilla es una de las más especiales. Es una rivalidad marcada por la pasión, la deportividad y el buen rollo entre ambas aficiones.
Los orígenes de esta rivalidad se remontan a los años sesenta, cuando ambos equipos compartían categoría en la Primera División. El primer partido entre ellos se disputó en el Estadio Insular en 1964, con victoria para el conjunto local por 3-1.
Desde entonces, se han enfrentado en innumerables ocasiones, tanto en Liga como en Copa del Rey. El balance general favorece al Sevilla, pero el UD Las Palmas también ha logrado triunfos importantes, como la victoria por 4-1 en el Sánchez Pizjuán en 2016.
Pero más allá de los resultados, lo que hace especial esta rivalidad es el respeto mutuo entre las dos aficiones. Ambas hinchadas se reconocen como rivales deportivos, pero también como amantes del fútbol.
Es habitual ver a aficionados de ambos equipos juntos en la grada, compartiendo cánticos y celebrando los goles de su equipo. Incluso en los momentos más tensos, el buen ambiente nunca desaparece.
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