¿Cómo el Everton de Viña del Mar cautivó a Coquimbo?




En los albores del nuevo siglo, una epopeya futbolística aguardaba a la ciudad portuaria de Coquimbo. El Everton de Viña del Mar, un equipo emblemático del litoral central, extendía sus tentáculos hacia el norte, decidido a conquistar un nuevo territorio futbolístico.

Coquimbo Unido, un club histórico con una afición apasionada, era el rival a vencer. Pero el Everton, con su garra y su pasado glorioso, no se intimidaba. Liderados por un técnico carismático y un plantel lleno de talento, los "Ruleteros" se embarcaron en una aventura que cambiaría para siempre el mapa futbolístico de Chile.

Un amor a primera vista

El año 2001 marcó el inicio de la historia de amor entre el Everton y Coquimbo. El equipo viñamarino se mudó temporalmente al Estadio Francisco Sánchez Rumoroso, hogar del Unido, y allí comenzó a conquistar los corazones de la afición local.

Los "Ruleteros" demostraron desde el primer partido que no habían llegado para pasear. Su fútbol alegre y efectivo cautivó a los coquimbanos, quienes vieron en ellos un reflejo de su propia pasión por el deporte rey.

Camino al éxito

El Everton no tardó en cosechar éxitos en Coquimbo. En 2003, logró el ascenso a Primera División, llevando al Unido a la máxima categoría del fútbol chileno por primera vez en su historia.

Los años siguientes fueron de ensueño. El Everton se consolidó como un equipo competitivo, disputando torneos internacionales y cosechando trofeos. La ciudad se volcó en las gradas, apoyando a los "Ruleteros" como si fueran su propio equipo.

Ídolos y momentos inolvidables

La etapa del Everton en Coquimbo dejó huella en la memoria colectiva de la ciudad. Jugadores como "Coke" Contreras, Francis Ferrero y Juan Carlos Madrid se convirtieron en ídolos de la afición.

Uno de los momentos más recordados es el triunfo del Everton sobre el Vasco da Gama en la Copa Sudamericana de 2005. El Estadio Sánchez Rumoroso estalló de júbilo, y los coquimbanos vivieron una noche mágica.

El regreso a Viña

En 2014, el Everton regresó a Viña del Mar, pero el recuerdo de su paso por Coquimbo permanece intacto. La ciudad portuaria siempre será un lugar especial para los "Ruleteros" y su afición, donde vivieron su época dorada y dejaron una huella imborrable en el corazón de la gente.

Un legado imborrable

La historia del Everton en Coquimbo es un ejemplo de cómo el fútbol puede unir a comunidades y generar emociones inolvidables. La ciudad portuaria adoptó al equipo viñamarino como propio, y los "Ruleteros" respondieron con actuaciones memorables y trofeos que quedarán para la posteridad.

Hoy, el Everton sigue siendo un referente en Coquimbo. Su escudo y sus colores aún se lucen con orgullo, recordando una época en la que el fútbol fue más que un juego y unió a una ciudad con un equipo que llegó desde lejos para conquistar sus corazones.