1. Muévete más, siéntate menos: El ejercicio es una parte crucial de un estilo de vida saludable. No tienes que convertirte en un atleta olímpico; incluso una caminata diaria o una sesión de baile puede marcar una gran diferencia. ¡Encuentra algo que disfrutes y hazlo regularmente!
2. Come como un rey: La comida es como el combustible para tu cuerpo. Elige alimentos saludables como frutas, verduras, cereales integrales y proteínas magras. Evita los alimentos procesados, las bebidas azucaradas y las grasas trans. (¡Los donuts están bien de vez en cuando, pero no todos los días!)
3. Hidrátate: El agua es esencial para la vida. Bebe mucha agua durante todo el día, especialmente antes, durante y después del ejercicio. (¡Piensa en tu cuerpo como un coche que necesita repostar combustible!)
4. Duerme lo suficiente: El sueño es un momento para que tu cuerpo se recupere y se repare. La mayoría de los adultos necesitan alrededor de 7-9 horas de sueño cada noche. (No te preocupes si te quedas dormido en el sofá mientras ves una película; ¡a veces es lo que el cuerpo necesita!)
5. Gestiona el estrés: El estrés puede afectar negativamente a tu salud. Encuentra formas saludables de manejar el estrés, como meditación, yoga o pasar tiempo en la naturaleza. (¡No te comas las uñas! ¡Hay mejores formas de lidiar con el estrés!)
"La salud no es solo la ausencia de enfermedad; es un estado de completo bienestar físico, mental y social". - Organización Mundial de la Salud